Precauciones con el viento y las tiendas de campaña

Cuando salimos a la montaña y miramos la previsión meteorológica, la velocidad del viento está entre los datos importantes.

Debemos adoptar precauciones tanto si el viento es continuo como si es racheado, en el paso de collados, en las crestas, o pasos delicados donde el viento nos puede hacer perder el equilibrio. Por lo general, si nos paramos a tomarnos un respiro, nos pondremos de espalda al viento. Nunca en un collado: nos pararemos un poco antes de llegar a él o después de cruzarlo.

Abrir la mochila, mucho cuidado de que no se vuele nada. En este sentido me gustaría comentaros sobre las tiendas de campaña: no hay nada peor que pasar una noche dentro pensando que en cualquier momento saldrás volando con ella.  En Sierra Nevada se han llegado a registrar vientos de 270 km por hora, esto quiere decir que anualmente con temporal tenemos vientos de entre 120 y 150 km por hora, y extraordinariamente podemos llegar a los 200 km por hora. Normalmente en la información que dan las tiendas de campaña, incluso las de expedición, se refieren a la columna de agua que aguantan, sin embargo en alta montaña el principal problema de las tiendas de campaña es el viento y la ventisca, este dato, la velocidad de viento que aguantan o en qué cara lo aguanta mejor, no viene, así que uno tiene que aprender poco a poco, a base de pasar noches toledanas.

Os apunto algún detalle: si ponéis la puerta a sotavento aguantará mejor, si tiene faldón y lo tapas aguanta más los envites del viento, el porche es imprescindible para montaña.  No es lo mismo una tienda de campaña concebida para montarla en un campo de fútbol para un concierto de rock, que para la montaña.

Cualquier tienda que sea capaz de aguantar los 100 km por hora es una buena tienda para montaña, os dejo los enlaces de unos test que he visto Test 1, Tets2 y Test3.

Cuando hay viento mucha atención cuando la sacamos para montarla, mantener el control de la tienda hasta que no esté completamente anclada, si se la lleva el viento puede que os juguéis algo más que pasar una noche al raso.