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Naturaleza marzo, 2013

Fauna de altas cumbres: Cabra Montés

Cabra montes S.Nevada

Cabra montes S.Nevada

Escrito por: Juan Carlos Poveda Vera

Comenzamos con uno de los animales más emblemáticos que nos podemos encontrar en montaña durante el invierno. No todos resisten un clima tan extremo de temperaturas bajo cero, vientos heladores, escasez de alimento.

Descripción

Cabra montes

Cabra montes

La cabra montés ibérica (Capra pyrenaica), endemismo de la península ibérica, es uno de los mamíferos mejor adaptados a este medio y condiciones. Dos de las cuatro subespecies que habitaban nuestras sierras, perviven hoy día. Capra pyrenaica hispánica  en las áreas del sur, y Capra pyrenaica victoriae en el centro y norte de nuestro país, y en el norte de Portugal. Visiblemente la primera subespecie tiene menor envergadura y menor coloración negra en su pelaje. En invierno adquiere un pelaje más espeso para soportar las bajas temperaturas. Su pezuñas poseen almohadillas que le posibilitan trepar por las superficies más escarpadas.

Cabra montés

Cabra montés

Medrones

Medrones

Los machos pueden llegar a tener un metro de cuerna, a diferencia de las hembras que no suelen superar los 16 cm. La edad se corresponde con los diferentes engrosamientos (medrones) de la cuerna, que forma un estrechamiento entre cada año. La altura en la cruz, de los machos está en torno a los 75 cm, y la de las hembras sobre los 60 cm.

Celo y Reproducción

Algo que puede sorprender, es la época de celo, se desarrolla durante el frío invierno, entre finales de noviembre y diciembre (según el lugar, a mayor altitud más tardía). Así, los partos se sincronizan, con la abundancia de alimento, después de unos cinco meses de gestación, en plena primavera.

En montañas más bajas como el Torcal de Antequera los combates de los machos hacen retumbar las formaciones rocosas en noviembre (merece la pena la visita) aunque se pueden ver luchas de jóvenes en meses posteriores. En las partes altas de Cazorla, Segura y las Villas, Sierra de Gredos, o en otros macizos con altitudes en torno a los 2.000 metros, el celo suele ser algo más tardío, y en Sierra Nevada en pleno diciembre, donde se pueden ver machos aislados, siguiendo a los grupos de hembras entre la nieve.

Cabra montés Celo

Cabra montés Celo

No siempre se llegan a producir combates, pues un animal herido en la naturaleza, es con alta probabilidad un animal muerto, así que solo se enfrentan cuando son dos machos con características similares de fortaleza, cuerna, tamaño. Antes de ello, se produce todo un ritual de miradas, bufidos, acercamiento para comparar cornamenta, y finalmente formidables combates donde se alzan sobre sus paras traseras sobre alguna roca para provocar un golpe al adversario dejando caer todo el enorme peso de su testa. El vencedor, realiza un protocolo de acercamiento, olisqueo, levantamiento de labio, saca la lengua, etc, (hacer el feo en el argot) para ganarse el favor de la hembra. Ésta es la última que decide.

Cabra montés

Cabra montés

Hábitos

El resto del año, veremos grupos de machos conviviendo pacíficamente y por otro lado grupos de hembras con crías y jóvenes.

Cabra montes S.Nevada

Cabra montes S.Nevada

Son más detectables al amanecer y atardecer, cuando se vuelven más activas. El resto del día lo pasan rumiando tumbadas entre la vegetación. En invierno las podemos ver ramoneando durante el día, aprovechando la temperatura más favorable.

Cabra Montés

Cabra Montés

Su alimentación es básicamente herbácea, aunque en invierno las podemos observar alimentándose de ramas de arbustos y genistas.

Las podemos encontrar desde el nivel del mar, en las costas de Maro-Cerro Gordo, hasta la cima más elevada de Sierra Nevada, a 3.482 metros de altitud. Evidentemente, el pelaje es más espeso en las poblaciones que habitan en los lugares más fríos.

Conservación

Cabra Montés

Cabra Montés

Aunque estuvo a punto de extinguirse en muchas de nuestras sierras, perseguido como trofeo de caza y posteriormente, a mediados de los años 80, por la epidemia de sarna (un parásito que le produce picaduras y deterioro de la salud, incluso la muerte) que diezmó las poblaciones al 10% en muchos lugares, actualmente está fuera de peligro y en expansión en la mayoría de ubicaciones. Lamentablemente, hace poco más de una década, en el año 2.000 se extinguió la subespecie de los pirineos, el bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica).

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2 Comentarios

  • Responder jose 20 marzo, 2013 a las 9:41 pm

    Una montañera autentica y sin mochila,saludos

    • Responder encorda2 23 abril, 2013 a las 8:23 pm

      Toda una todo terreno 🙂

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