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Cobro rescate junio, 2015

Cobrar rescate en montaña vs sanción administrativa vs educación

Cuando pensamos en multas, siempre se nos viene a la cabeza un policía local o un guardia civil de Tráfico poniendo una multa, normalmente a personas sin ningún tipo de culpa, a vehículos por exceso de velocidad que iban encima de una grúa… Las sanciones y la Ley de Seguridad Vial, no serían necesarias si todos obráramos con sentido común y civismo.

Imaginaros unas normas básicas, como es no poner en peligro la vida tuya ni la de los demás. No rebasaríamos los límites de velocidad que comprometieran a nadie y estos límites no existirían, en las glorietas no tendríamos accidentes, en vez de entrar en ellas al grito de «la glorieta es mía», «mi tesoro», al estilo de ‘El Señor de los Anillos’, cederíamos el paso y ayudaríamos a la incorporación sin problemas.

Sin querer entrar en temas de tráfico y usarlo como ejemplo, lo voy a llevar al monte. Como el monte es de todos, puedo hacer en él lo que quiera, puedo cambiar el aceite al coche, tirar la lavadora, hacer fuego en agosto para hacerme unas chuletas a la parrilla, que están muy ricas. Volvemos a la misma respuesta: si usamos el sentido común y el civismo, entenderíamos que como es de todos hay que tenerlo limpio, pero en este caso especial hay que añadir un condicionante que en tráfico no he querido nombrar, tenemos que limpiar el monte, apagarlo, repoblarlo, etc con unos recursos que pagamos entre todos.

Accidente tráfico, autopista

Accidente tráfico, autopista

Utilizando estas dos temáticas sin ánimo de entrar en situaciones más profundas, voy adentrándome en la montaña que hacemos los que visitáis este blog. En montaña, en mi opinión, está la máxima sensación de libertad, la cuidamos y respetamos, ¿cómo regular, sancionar en ella? ¿por qué?

Sentido común y civismo

En montaña, sobre todo el sentido común. En esta página de seguridad en montaña es en lo que más insisto. Añado también civismo.

Hay personas que se accidentan en montaña que son muy urbanitas, acomodadas a los usos y costumbres de la ciudad y costumbradas a que los servicios de emergencias actúen de forma casi inmediata. No saben que en los pueblos apenas hay para hacer una radiografía o que no existe por lo general una ambulancia medicalizada (SVA). En montaña, estos servicios son más complejos.

Algunas administraciones autonómicas, han decidido cobrar los recursos que destinan al recate de personas. Para mí simboliza de falta de ideas y poca voluntad para arreglar un problema que hay que resolver: el abuso de servicios como el de rescate o el sanitario, entre otras cosas porque nunca he oído que se hable de prevención en montaña y sí de costes.

Hay comunidades autónomas que han calculado el gasto por socorrista, vehículo, helicóptero, etc. En mi opinión esto es un despropósito. Podéis leer el post que publiqué a raíz del cobro de un rescate a una peregrina en el Camino de Santiago. Tengo una reflexión para estas cuestiones: ¿cuánto cuesta un «no rescate»? Cuánto cuesta que en vez de ir a rescatarte, los socorristas, permanezcan en espera, viendo la televisión, jugando a la Playstation 4, entrenando o haciendo prácticas; que el helicóptero vuele para entrenar, hacer prácticas y los vehículos se usen para desplazarse en estas cuestiones. La respuesta es que el gasto es el mismo. Esto ya ha sido presupuestado y pagado el año anterior por la CC AA.

Si promocionas tu comunidad autónoma para hacer turismo, interior, sol, playa o por ejemplo, el Camino de Santiago, no te extrañes de que las personas se accidenten o extravíen en alguna ocasión, y si montas grupos de rescate para atender esas cuestiones, no cobres por sus servicios, o ¿para qué fueron concebidos?. Entonces puede que hayas montado una empresa privada con dinero público. La respuesta de las administraciones es que esto se hace para «disuadir», aunque no tengo claro de qué, los accidentes o el turismo. Me imagino que las empresas de este sector lo que quieren es que los turistas vayan tranquilos en sus recorridos, que vuelvan más veces y que si ocurre un infortunio, esto no hunda la economía del turista, o de la empresa que sacó a un grupo de personas a realizar un recorrido.

Aeropuerto Katmandú

Aeropuerto Katmandú

Si cobramos el rescate, todos contrataremos seguros para estar más tranquilos, este es el comienzo de las aseguradoras y de las compañías por lo general terminadas en «sa», que quieren ganar dinero. Comenzarán a privatizar determinados servicios, que ofertarán en subasta pública las administraciones, para quitarse el marrón de encima de gestionar bien. Será el comienzo del fin de muchas prestaciones que aún disfrutamos.

Francia, que un país más avanzado que España, ha multado con 3.000 € a un suizo porque fingió congelaciones cuando en realidad tenía frío, pero no hemos de extrañarnos mucho, no por la sanción, cosa que veo un poco más acertado que el cobro de rescate, aunque sigue siendo un parche a la falta de ideas. El suizo está acostumbrado a pagar en su país por los rescates. Allí no tiene que argumentar nada para ser rescatado, solamente lo pide y lo paga, pero en Francia ha tenido que usar una pequeña argucia, exagerar una dolencia o lesión. Él ya lo sabía, con solo pedirlo no bastaba, se arriesgó a ver si salía bien, y es que el cobro de rescates puede traer esto mismo, la exigencia de ser rescatados, por parte de quienes  pueden pagárselo, tanto si es urgente como si no, sin que se entre a valorar si es un servicio de emergencia o de helitaxi. El rescate al servicio de las aseguradoras y pudientes.

Exagerar las lesiones y dolencias para ser rescatado es un mal que comienza a extenderse, que no es otra cosa que abusar de un servicio que está para otras situaciones de emergencias y urgencias. Si se sancionan estas conductas y las aseguradoras no pagan, puede que las personas descarten estos comportamientos. Es la única teoría que se me ocurre, a parte de que una sanción requiere de otros procesos legales, menos arbitrarios, que el cobro directo por rescate.

¿Cuál es la solución?

La solución yo no la sé, pero sí es verdad que puedo sostenerla con muchos años a las espaldas en el rescate en montaña, sin responder a ningún tipo de interés personal, institucional o político, eso sí con el ánimo de seguir permitiéndonos unos servicios públicos para todos, sostenibles.

Con el concepto de el «sentido común y civismo» es como me gustaría responder.

El «efecto disuadir» que se han inventado algunas CCAA no termino de creérmelo, no sé si es a los turistas que generan empleo, promocionar seguros, privatizar rescate, sanidad etc.

Cobro de rescate en montaña: NO

La sanción como método menos malo que el cobro, menos arbitrario, con más garantías legales, es una opción al cobro directo, pero sigue siendo un parche, pasarle la patata caliente a otros para que sancionen.

Sanción administrativa por el abuso, exageración, fingir lesiones, dolencias, etc para ser rescatado en montaña: no es la solución, pero si no hay otra cosa, es mejor que lo anterior.

Las soluciones han de ser varias y coordinadas, un servicio como el de las emergencias, con unos profesionales sanitarios que son agredidos y denunciados con bastante frecuencia y, aunque se les ha dado la condición de autoridad en caso de agresiones, necesitan una mejor protección para reforzar sus decisiones profesionales. Esto lo traslado a los jefes de sala de los 112 y todo operativo de emergencias donde sus procedimientos se ven limitados a realizar rescates defensivos, solo por el hecho de cubrirse las espaldas, legalmente hablando.

Antes que cualquier medida  recaudatoria (perdón, disuasoria), me extraña que todavía no se hable de medidas educadoras. Si alguien hace una pintada, la tiene que borrar él; si ensucias el monte, lo has de limpiar; si te pillan haciendo fuego en agosto, unos días limpiando monte no te irán mal; si finges dolencias, a la sala de espera de Urgencias, llevando agua y sillas a los que esperan. Equipos de las BRICAS, de la UME, de Protección Civil, estarían encantados de que les ayudaran estas personas, y no como medidas represoras y ejemplarizantes, seguro que después de unos días con ellos, serían mejores personas.

helicóptero 061

helicóptero 061

No podemos seguir pensando que el dinero todo lo puede, los servicios de emergencias están ahí para todos. Por eso, porque son de todos, no están ahí para nuestro capricho, están para ayudar en necesidades reales.

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7 Comentarios

  • Responder cabrachotas 23 junio, 2015 a las 9:51 pm

    Muy buen artículo. Totalmente de acuerdo en lo que dices, precisamente porque amo la montaña, trabajo en Educación, y porque defiendo lo público.

  • Responder José María 25 julio, 2015 a las 10:32 am

    Estoy de acuerdo en no cobrar rescates, incluso aunque no se esté federado, excepto como habeís comentado en los casos fragantes de abuso (no querer pasar una noche al raso con buen tiempo, querer ahorrarse una buena caminata porque se está algo cansado,…).
    Por lo menos, una sanción X serviría para disuadir a los abusones, que los hay; ¿quién puede predecir que mientras se hace un servicio de éstos, no surge otro urgente de verdad?.

  • Responder clisol 9 septiembre, 2015 a las 9:55 am

    Yo tambien estoy de acuerdo con no cobrar rescates ya que muchos no avisarian al los servicios de emergencias en una situacion de urgencia real por miedo al pago y quizas sea peor el remedio que la enfermedad, PERO, es cierto que hay que poner freno a tanta imprudencia, yo he visto cosas que de verdad son para asustarse, como cruzar neveros helados con una pendiente considerable calzado con unas tenis, no creo que se deva de pagar con dinero publico las imprudencias de nadie, llevo mucho tiempo haciendo montaña y se por experiencia lo facil que es desorientarse, acabar agotado, torcerte un tovillo o lo que cambia la temperatura en montaña por la noche, nadie esta a salbo de tener que pedir un rescate en montaña, lo que no se puede es forzar la situacion, todos sabemos donde esta nuestra fueza y que equipamiento basico hay que llevar en montaña, mo podemos aventurarnos pensando que si algo va mal que me saque el helicoptero . COBRO DE RESCATE NO, COBRO POR NEGLIGENCIA SI

  • Responder Narciso de Dios Melero 8 octubre, 2015 a las 1:44 pm

    Hace unos quince años, en una comida en medio de varios altos mandos de la Guardia Civil, cuando salió el tema del cobro de los rescates, yo abogaba por ello como medida de regular los muchos abusos y/o negligencia, pensando en que estas acciones ponen en riesgo la vida de otros. Pues bien, uno de esos mandos me dijo, y es literal porque se me grabó en la mente su argumento: » nosotros (la G.C,) tenemos vocación de servicio; nuestro sueldo sale de los Presupuestos del Estado, que es el dinero de todos… ¿entonces, cómo le voy a cobrar a alguien por hacer algo por lo que me paga?». Aún no he encontrado manera de refutar esto.
    Pero ello no me hace ver que son varias las veces en las que la petición de rescate NO está justificada; y bastantes más en las que todo es fruto de la negligencia, la falta de preparación o sentido común… o simplemente de la soberbia y el desconocimiento. ¡Y aquí es dónde creo que algo habría que hacer! La idea de los trabajos sociales me parece perfecta… porque lo que no puede ser es que a esos que arriesgan la vida de otros les salga «gratis» (y este gratis no habla de dinero(

  • Responder Javier G.Saenz 23 enero, 2016 a las 8:17 pm

    Todo un hallazgo este artículo. Soy montañero light, de picos de 1500 pero con mucha caliza de por medio y trepadas. En los karst de andalucía no es raro encontrar inmensas dolinas y lapiaces que dan miedo. Amo el monte, me gusta pasear por las rocas pelonas y tajos, aunque con el riesgo siempre medido. Nunca me expongo ni quiero que los demás se expongan, pero un accidente puede ocurrir y quedarte en el sitio sin poder moverte.

    Esto que comentas en el articulo, el cobrar por rescate, me parece algo absurdo y me han saltado todas las alarmas. Soy el primero en promocionar entre mis amigos, conocidos y no conocidos los parques naturales y su belleza, algo que me voy a pensar hasta averiguar si la comunidad andaluza cobra por rescate. Si es así mi economia no se puede permitir 4000 euros por haber tenido la mala suerte de perder el equilibrio aunque sea un senderista/montañero precavido y que gestiona los riesgos. Es decir, dejaré de promocionar los parques andaluces, el senderismo y por tanto la posibilidad de que a través de mi se favorezca al turismo.

    Como solución, pues mira propongo una al aire, mantener un registro de las veces que ciertas personas han sido rescatadas y penalizar en determinado momento el uso indebido de los servicios de rescate. ¿Un carnet por puntos de senderista? y quizas la obligacion de un pequeño seguro civil…

    Gracias por tu entrada. Voy a echarle un ojo al resto, me interesa eso de la seguridad en montaña, para meterme por algunos sitios se que tengo que encordarme, y es una asignatura pendiente.

    Un saludo.

  • Responder Frank Inspector 8 marzo, 2016 a las 4:18 pm

    Las compañías aseguradoras se frotan las manos. No estoy a favor de tener que federarme para estar asegurado (otra cosa es que uno se quiera federar por asistir a cursos, clubes,..). Obviamente, no estoy a favor de cobrar por rescates, salvo, que sean negligencias. Igual que si un energúmeno va a 140 por una vía de 50, o conduce bajo los efectos del alcohol y provoca un accidente. Por desgracia, el ser humano, el mal llamado Homo Sampiens, demuestra una gran capacidad para la soberana idiotez, para el egoísmo, para actuar de manera inconsciente (o conscientemente, que es peor). Como el americano que se tuvo que amputar él mismo un brazo para salvar su vida. Ese hecho se considera una hazaña, una demostración de supervivencia. Pero, ¿cómo dio lugar a eso?. Cometió una serie de imprudencias, que de no haberlas hecho, no se hubiera metido en ese lío. A mí me encanta la naturaleza, la montaña. Siempre desde el mayor de los respetos, de tratar de no dejar rastro (ni mucho menos residuos) de mi paso. Y trato de formarme para aprender y salir con cierta seguridad. Y cuando salgo solo, que me encanta, sigo unas normas de sentido común. Eso no me libra de sufrir un accidente. Pero trato de no poner mi integridad en peligro innecesario, y con ello, el de otras personas que luego tengan que rescatarme. A los que abusan de rescates por no tener ganas de andar, o por querer escalar sin material de escalada, o cualquier otra cosa del estilo, quizá una multa o trabajos para la comunidad, o incluso, tener que colaborar con los servicios de emergencias, a ver si con educación aprende

  • Responder José Rodríguez 5 agosto, 2017 a las 5:55 pm

    Cuando hablamos de la disuasión ¿a qué nos referimos? ¿A no cometer imprudencias? ¿Evitar realizar este tipo de actividades? ¿o a no avisar a los servicios de rescate?
    Un montañero me comentaba la odisea que pasaron para llevar a su hermano hasta el hospital desde el punto del accidente donde éste se había roto una pierna y temía llamar a los servicios asistenciales por temor al cobro por los servicios de rescate. Ellos en ese momento se encontraban en el paro y con pocos recusos económicos, por lo que decidieron bajarlo por sus propios medios, con el consiguiente riesgo para todos y después conducirlo a toda prisa hasta el próximo centro de salud. Afortunadamente llegaron sin más problemas, pero ¿y si hubiera pasado algo? ¿Ese efecto disuasorio no hubiera tenido un coste mucho mayor?

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