Seguridad en montaña, episodio 8, búsqueda de menores

Que hacer cuando un niño se pierde en la baja montaña, en este programa de seguridad en montaña, en el que participo gracias a Tierras Altas, vamos a tratar qué actuaciones inmediatas podemos realizar.

En este caso estamos tratando unas ausencias que pueden ser inferiores a 30 minutos, en muchos de los casos corresponden a despistes, en zonas de vegetación alta, donde un niño agachado abstraído en sus juegos puede perder el sentido de la orientación y emprender la marcha hacia un lugar donde no tengamos visión directa ni pueda oírnos.

Es difícil establecer reglas fijas, me ha parecido interesante primero ubicar un entorno, este es el de la baja montaña, lugares de vegetación densa donde la visión y la voz se atenúan rápidamente, así pues en lugares de alta concentración de personas, como pueden ser centros comerciales, playas, ferias o calles muy transitadas, estas pautas las podemos usar de modelo y adaptándolas a cada caso.

Procedimiento básico:

Anotar la hora y lugar de la última vez que lo hemos visto, apuntar la hora es mejor que no hablar de hace 5 minutos, 15 minutos, pues al final perderemos la objetividad del tiempo transcurrido.

Calcular la velocidad de desplazamiento, esto es interesante para no salir a mirar los sitios peligrosos primero, si por su caminar es imposible que esté aún allí.

Búsqueda coordinada entre los participantes, tendrán siempre visión directa entre ellos, a la vuelta tendremos de referencia a una persona del extremo para batir una zona paralela a la primera.

Pasado un tiempo prudente podemos llamar al teléfono de emergencias 112, para comunicar lo sucedido, en baja montaña 30 minutos dan para mucho a unas personas adultas para explorar una zona.

Si damos voces, estas serán de vez en cuando y dejando espacio para poder oír.

A tempranas edades, si salimos con los niños a la montaña, podemos ir explicándoles, qué tienen que hacer en el caso de que se pierdan, que aprendan a abrigarse y a atarse los cordones de los zapatos, en su defecto mejor llevarlos de velcro.

Qué podemos explicar al menor:

• Cuando te des cuenta de que te has perdido, que no sabes donde estás, no te muevas del sitio. No avances ni retrocedas, mantente exactamente en ese sitio.
• Si ves una senda o camino vuelve a ella y espera allí.
• En una ocasión, un niño me dijo que el miedo que tenía era que sus padres se olvidarán de él allí y que se fueran, eso añadía más estrés a la situación, así pues frases como: «si no estás nos vamos», creo no debía emplease, y sí, reforzándole el sentimiento de seguridad, y que si está perdido le estaremos buscando.
• Los niños absorven estas normas sin ningún problema y cuandose les explica el motivo lo entienden perfectamente.

Quizás es aventurado decir que un niño aguanta una noche en la baja montaña, pero al igual que la mayoría de los post e información que aquí escribo, están basados en experiencias personales, unas la he vivido y otras les he hecho el seguimiento, hablo con conocimiento de causa, y a pesar de que no sean ciencias exactas, lo normal de este tipo de incidencias, es que tengan un final feliz.

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