Las bagas de anclaje son las que usamos para autoasegurarnos a las reuniones cuando llegamos a ellas, estas han ido evolucionando en tipo de nudos, longitudes, material, etc. el objetivo es que estas se adapten lo mejor posible a nuestros gustos, pero sin saltarnos algunas reglas básicas de seguridad en montaña.
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Esta es una manera que tenemos para guardar la cuerda en una saca de barranco, dispuesta para su uso sin tener que desplegarla, pues cuando se introduce queda preparada y saldrá de ella sin que se atranque. Este procedimiento también nos vale para hacer una valoración de la cuerda y detectar anomalías,
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El ocho ofrece un mundo de posibilidades, he hecho una selección de vídeos del canal de youtube de nuestro amigo Antoniogps, son los que más me han gustado para tratar esta temática. Cada rápel es distinto, su forma de realizarlo podemos elegirla según su dificultad o sensaciones con las que queremos
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Ya hace tiempo que me pasé a las cintas cosidas, reconozco que me costó, ¡como todos los cambios!. Seguía teniendo más confianza en las cintas planas con su nudo de cinta, hasta llegue a tener una tubular, con la dificultad que implica la realización del nudo, que por otro lado
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La confección de este nudo se debe realizar con una cuerda maleable, esto lo podemos conseguir con una cuerda a la que previamente le hemos sacado un tercio de su alma, le hemos quemado sus puntas y que una vez anudados los cabos, pero hemos de tener en cuenta que
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Cuando hacemos rápel en un barranco, la cuerda por la que rapelamos ha de llegar justa hasta el agua, incluso un poco menos. Los beneficios son: No tenemos que sacar el ocho de la cuerda. Quedamos libres al contactar con el agua. No nos enredamos con la cuerda. No perdemos el descensor accidentalmente
